Por primera vez, luego de incontables batallas legales y otras tantas complicaciones técnicas, sale a la luz la compilación definitiva de Tiempo Acrílico.

En el invierno del 2005 se reunieron un editor, un diseñador y un técnico en computadoras.

El editor quería hacer circular una publicación en español que careciera de errores de ortografía. El diseñador quería diagramar una revista basada por completo en la sucesión de Fibonacci. El técnico aspiraba a escribir unos cuantos artículos de computadoras y publicitar su negocio.

Cada uno de ellos pensó que los otros dos estaban locos, pero sin embargo se pusieron de acuerdo e iniciaron una publicación llamada Tiempo Acrílico. A pesar de la crítica, los resultados fueron inesperados pero no del todo ineptos. Ninguno de ellos alcanzó sus objetivos, pero en cambio produjeron una serie de textos inusitados, absurdos, épicos...